PERIODO ROCOCO Y DESPUÉS: 1730-89

LAPPETS Y VOLANTES

A principios de 1730 se vió un marcado y relativamente rápido cambio en el diseño de las sedas. Los diseñadores de encaje solo siguen a los de sedas en ciertos detalles: también toman la disposición asimétrica, pero en lugar de repetir el diseño completo, estos seleccionan motivos típicos, como las grandes flores plumosas con centros salpicados.

Es más fácil ver estas similitudes cuando se compara los encajes con los diseños de seda más que con las sedas en sí mismas. Esto se hace particularmente visible en las sedas de la segunda mitad de la década, cuando los desarrollos técnicos permiten crear tejidos de frutas y flores con sombreado naturalista; estos eran habitualmente combinados con elementos de influencia China para formar pequeñas piezas, pero no eran fácilmente aplicables a las lappets.

A partir de principios de 1740 los diseños de seda se hacen más abiertos y a pequeña escala y era más fácil para los diseñadores de encaje copiarlos,  comprimían los diseños para adaptarlos a la forma estrecha de la lappet.

Los elementos de inspiración China en el estilo Rococo se vieron particularmente favorecidos por los diseñadores de encaje, aparecieron primero en los encajes Berainescos de finales del siglo XVII y continúa siendo un elemento secundario en el periodo Bizarro. Desde finales de 1740 hasta finales 1760 fue de primera importancia; y muchas lappets y volantes de este periodo se decoraban con pájaros, insectos, figuras y flores achinados en un contexto de rocalla.

El encaje estaba más cercano a los diseños ornamentales contemporáneos que a las sedas, aunque las delicadas ramas florales con las que se decoraban las sedas desde mediados de 1740 también encuentran su camino en el encaje. Un agradable, aunque tardío rasgo del estilo Rococo encuentra su expresión en una serie de encajes decorados con pequeñas escenas de caza: las encajeras de Mechlin parece que fueron particularmente aficionadas a estos diseños, aunque también se encuentran en los encajes de Alençon/Argentan y en otros centros encajeros.

ENCAJES A GRAN ESCALA

Aunque el diseño de grandes piezas de encaje refleja el desarrollo de los diseños de sedas en la segunda mitad del siglo XVIII, los patrones formales de la década de 1720 y 1730 en algunos casos permanecían inalterados.

Los diseñadores franceses concretamente, eran reacios a abandonar el estilo de diseños del encaje. Sin embargo, el estilo más ligero de la década de 1740 tuvo algún impacto.

Esta pieza todavía tiene las cintas de encaje, las calabazas y la disposición formal del estilo temprano, esto empuja a dejar grandes áreas abiertas conteniendo palmeras, jarrones llenos de flores y cacatuas orientales. La palmera con su marcado tronco escamoso era destacada característica del diseño chinesco, aunque los tórtolos y copas con los que está decorado el árbol son puramente europeos, en conmemoración del matrimonio para el que fue hecho el encaje. Las palmeras aparecen en diversos encajes de 1740 a 1760.

Muy pocos vestidos hechos completamente de encaje han sido documentados pero el vestido de volantes de encaje volvió a ponerse de moda en las décadas de 1750 y 1760 y aparece en varios retratos. Algunos han sobrevivido, y en general, sus diseños estaban relacionados con los de las sedas, aunque los motivos de las sedas se reajustan para adaptarse a la forma horizontal de los volantes.

Se utilizaron volantes y puntillas para la decoración del hogar, más que para vestidos, principalmente para decorar tocadores de aseo que estuvieron tan de moda durante todo el siglo.

En resumen, el siglo XVIII vió una constante disminución en la densidad de los motivos. Esta progresión se reflejó no solamente en lo que estaba pasando en los diseños de las sedas sino también en cambios más fundamentales que afectaron al desarrollo de todas las artes decorativas. El estilo Barroco tardío fue cambiando gradualmente al Rococo y aunque a mediados de siglo vio un breve periodo de equilibrio, el estilo Rococo pronto comenzó a ceder a las influencias que culminaron en la creación del estilo Neoclásico. Los adornos decorativos fueron reduciéndose y esta desaparición se aceleró hacia 1770, en que el encaje de los últimos 20 años del siglo XVIII tuvo solamente los motivos decorativos más simples, pequeños bouquets de flores, delgados tallos florares y diminutos puntos, que estaban muy lejos de la densidad de los motivos de los primeros años del siglo.

 

 

Fuente: LACE. A HISTORY de Santina M. Levey

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